Cierra ciclos, dale vuelta a la página son términos que
circulan por la red. No solo se trata de cerrar sino de
aprender.
Cerrar ciclos y dejar experiencias que ya son obsoletas en
la vida de las personas es una necesidad y dejar entrar
otras circunstancias en
la vida requiere valor.
Cerrar ciclos y etapas en la vida se refiere a procesos no
solo a acciones. El crecimiento y el cambio es una
constante en la vida. No es
posible detener la evolución:
Nada es para siempre y estático en nuestra circunstancia.
Todos los días son diferentes. Nos sentimos distintos porque
cambiamos porque
estamos vivos y en constante
movimiento.
Cerrar ciclos y etapas en la vida es salir de un punto de
vista y llegar al encuentro de experiencias nuevas.
Los cierres de ciclos se vuelven dolorosos y al mismo
tiempo liberadores.
Todo cierre y todo cambio no siempre es solo soltar,
también está
en relación directa con las pérdidas:
·
Pérdida de la salud.
·
Pérdida de un ser querido o ruptura de una
relación.
·
Un cambio de domicilio, de trabajo, una mudanza
de territorio.
·
La jubilación.
·
El cambio de una etapa a otra en la vida: de la
juventud a la adultez.
·
El crecimiento de los hijos.
T
T Todas estas circunstancias que
llevan un tiempo para
digerir el cambio y la aceptación de la nueva
circunstancia.
Por tanto, es necesario transitar un proceso de duelo a
través del cual se van cancelando y
clausurando situaciones
que no volverán a presentarse en la vida.
Cerrar ciclos y etapas en la vida requiere un gran
compromiso interno de no quedarse en el ayer, la única
realidad posible es la
que está ocurriendo en el momento
presente, en el ahora.
El único instante es el que está en el presente. El poder
está en el AHORA.
El pasado es una experiencia, un aprendizaje, un recuerdo,
pero solo existe dentro de nosotros mismos. El pasado se
ha ido para siempre y
no volverá. Vendrán cosas diferentes,
tal vez, parecidas, pero no iguales.
Estar atorados en el ayer es un gasto de energía que lleva
al sufrimiento y al dolor, al anhelo y al suspiro, a la
nostalgia, se entra en
contacto con la pérdida, con lo que
ya no está: una pareja, un hijo, un
matrimonio, la salud, la
familia, la infancia, etcétera.
No se trata de olvidar, no se trata de cancelar para siempre
sino de aprender. El pasado nos constituye y es importante
para crecer. La
historia es necesario conocerla para
reconocer las fortalezas y aquello que sí
aún existe y
permite una mejor calidad de vida emocional.
Todos dejamos algunas veces procesos abiertos en este
paso por la tierra: esa palabra que no dijimos, ese amor
que no nos atrevimos a
revelar, ese detalle que dejamos
para después, esos compromisos quebrantados
que no
cumplimos, esas heridas de quiénes amamos, esos amigos
que no volveremos
a ver y que no nos atrevemos a volver a
encontrar. No todas las experiencias se
cierran en su
totalidad.
En fin, también existen circunstancias en lo cotidiano que
no acabamos por animarnos a terminar, no concluimos
trabajos, ni terminamos lo
que nos habíamos prometido, ni
hicimos esa llamada que tanto dijimos que
haríamos.
Postergamos hasta condiciones que son importantes para
nosotros como
es, por ejemplo:
· Titularse y
hacer nuestro examen profesional.
· Concluir una
carrera.
· Retomar un
proyecto que es importante.
· Pedir esas
disculpas que no nos dejan vivir.
· Arreglar los
papeles que no encontramos.
· Cumplir las
promesas de amor, de trabajo.
· Iniciar la
dieta y hacer ejercicio.
· Sanar
conflictos y problemas emocionales.
La postergación es una manera de dejar abiertas
experiencias, soluciones, acciones, omisiones. Revisa tu
vida, hábitos y
acciones. Postergamos y postergamos
dejamos para después, nuestros anhelados
proyectos de
vida.
La vida es una experiencia individual y solo nosotros somos
responsables de vivir en plenitud nuestra existencia, de lo
contrario la vida
se torna gris y sin sentido.
Cerrando ciclos en la vida: Un camino hacia la libertad
emocional, hablo sobre estos procesos que requerimos
enfrentar en el día a día:
“Cerrar ciclos en la vida es iniciar un proceso de
recuperación personal. Dejar atrás lo ya vivido y transitar
los espacios y los
caminos del día de hoy”.
Si decides permanecer atado al ayer, tal vez, sobrevivas en
una experiencia gris y desalentadora.
No es posible mirar hacia atrás y continuar hacia adelante,
seguramente tropezaremos, enfermaremos y chocaremos
con todas las paredes del
presente.
"La Libertad emocional es la única que nos da certeza en el
presente”
La vida se añeja sin presente y desde ahí no es posible
construir el futuro.
Los duelos, las pérdidas y los ciclos es necesario
transitarlos y recorrer eso caminos para poder continuar
con un sentido de
vida.
Algunas personas lo logran poco a poco depende de lo
significativo de la experiencia, otras necesitan ayuda y una
escucha atenta y
profesional, es el momento de tomar
algunas acciones para lograrlo.
Cerrar ciclos también es una manera de entrar en contacto
con nuestros sentimientos más íntimos. El problema nunca
son los sentimientos,
somos seres emocionales y siempre
estamos en contacto con nuestras emociones,
pero
preferimos acallarlas o anestesiarlas para “no sentir” y, sin
embargo,
sentimos.
El proceso de duelo nos obliga no a sentirlos sino a
afrontarlos: miedo, ira, culpa, parálisis, depresión,
tristeza,desilusión,
enojo y una serie de heridas que se
mezclan en estas experiencias, y no existe
otro momento
más que el ahora.
Nuestra vida no termina con esa relación que concluyó, con
ese trabajo que ya no es, con esos hijos que ya crecieron.
Por el contrario, la
vida tenemos que capitalizarla y eso
solo es posible lograrlo haciendo un
balance realista de
nuestras experiencias:
- Qué
aprendimos?
- En qué nos
fortalecimos?
Y entender que,
gracias a ello, ahora somos personas
diferentes y con más experiencia.
La vida solo puede ser vivida en plenitud cuando
comprendemos que los ciclos y los cierres requieren una
gran valentía y orgullo
personal.
Cerrar ciclos en la vida: un caminos hacia la libertad
emocional.