“La resiliencia se ha definido por varios
autores y se refiere a ciertas pautas de comportamiento que presentan los seres
humanos para sobreponerse y sacar provecho de ellas, salir de la adversidad”
La resiliencia es un término que se ha toma de la física y se refiere
a la capacidad de un material para recobrar su forma, una vez, que ha sido
sometido a diversas presiones. Volver a su formar, recuperar su densidad y
volumen.
En Psicología y en las
nuevas ciencias del comportamiento se refiere, por tanto, a la capacidad de
aquellas personas que logran recuperarse y salir de nuevo después de un momento
de quiebre, de haber caído en una situación adversa y logra recuperarse y salir
victorioso.
Una gran cantidad de
estudiosos han dado sus propias definiciones. Pero es claramente definido cómo
aquellas circunstancias que permiten rebotar y salir de condiciones
desfavorables y de un gran dolor emocional.
La resiliencia se desarrolla de acuerdo con las condiciones personales
y las necesidades propias. Existen factores importantes que llevan a la persona
a utilizar todos sus recursos para salir de esa situación. Existen tres
cuestiones importantes en la resiliencia:
1.- La capacidad de
preservar la vida. Supervivencia.
2.- La integridad personal
ante las diferentes presiones que su misma situación implican.
3.- La importancia de
desarrollar conductas vitales positivas y efectivas que le permitan construir
una situación más favorable a su situación.
Los estudios de la Psicología
positiva se centran sobre este atributo de la resiliencia de los
seres humanos, y se refiere a: capacidades, atributos, valores, sentimientos,
acciones y pensamientos. Centrarse en lo
positivo y mantener la entereza, pese a las circunstancias.
Por cuestiones adversas se
refieren a:
Divorcios, pérdida de la
salud, quebrantos económicos, vivir situaciones de desastre ambiental, la
pérdida de la familia, muertes, pérdida del estatus. Para cada persona es
diferente lo que se considera adverso o desfavorable.
Algunas características de
las personas que muestran resiliencia son las siguientes:
-
Una autovaloración fuerte y confianza en sí
mismos.
-
Personas independientes que ejercen sus
acciones y pensamientos sobre su recuperación.
-
Una gran habilidad social. Fuerte capacidad
de dar y recibir.
-
Un alto grado de disciplina y alto sentido de
responsabilidad.
-
Reconocimiento y valoración de las propias
capacidades.
-
Creatividad.
-
Pensamiento abierto y flexible.
-
Diferentes intereses en la vida.
-
Alto sentido del humor.
-
Aprecio de las relaciones.
-
Aceptación de las diferencias.
-
Proyección de futuro
-
Percepción de sus propios sentimientos y de
los otros: capacidad de empatía.
-
Una gran tolerancia a la frustración y al
sufrimiento.
-
Capacidad de concentración y atención.
-
Establecer metas y cumplirlas.
-
Entienden su situación como transitoria y no
definitiva.
-
Muestran un alto significado y sentido de su
propia vida.
-
Aprendizaje significativo de sus propias
experiencias.
¿Es posible desarrollar la
Resiliencia?
De acuerdo a diferentes
estudios, sí es posible desarrollar algunas de las habilidades y actitudes que
se observan en las personas resilientes.
Aquí se encuentran algunas
de las actitudes que se han observado en la Resiliencia que puedes, tal vez,
incorporarlas a tu vida, sí deseas mejorarla:
1.- Mantener
y cultivar relaciones positivas y constructivas: estar alerta de promover
relaciones sanas en todos los ámbitos: consigo mismos, con amigos, familia,
compañeros de trabajo.
Este hecho, es uno de los
elementos más importantes. La red de relaciones permite el apoyo en los
momentos más difíciles y críticos en la situación de adversidad y en su
desarrollo para mejorar.
2.- Pensamiento Positivo y Constructivo: profundo análisis sobre las
condiciones que lo llevaron a la situación. Establecer los aprendizajes
significativos de la situación. Y, establecer claramente nuevos pensamientos
constructivos y positivos sobre la visión del presente y el futuro.
3.- Establecer Metas, objetivos: las metas y los objetivos rigen los
comportamientos y las acciones de las personas. Lleva a poner un claro plan de
vida día a día, momento a momento. Evitan la postergación.
4.- Aceptación de la realidad: dejar de estar en conflicto con la
situación y salir de su condición de frustración. No hay nada que cambiar. Las
cosas son como son en el momento presente. Se centra en la búsqueda de
soluciones.
5.- Tomar acciones: que lleven al objetivo y a la meta. Capacidad de
cambiar de rumbo sí algunas de las acciones han sido erróneas, no quedarse en
la mortificación por no haber logrado con esa acción los resultados esperados.
Modificar el rumbo cuando sea necesario.
6.- Alto grado de confianza en sí mismo: hacer un recuento de los
talentos, habilidades, capacidades, dones, inteligencia y un alto grado de
esperanza para llevar una vida exitosa.
7.- Optimismo, pensamientos positivos, confiar en otros: muestran una
actitud positiva frente a la vida, frente a su situación y circunstancias.
8.- Un alto grado de energía y compromiso con su recuperación y metas.
Las personas resilientes
aceptan que necesitan apoyarse en todos los factores disponibles para poder
salir de sus condiciones. La Resiliencia
que se quiere establecer como forma de vida es necesario que siga determinados
en metas y objetivos en todos los aspectos de sus vidas.
La
Resiliencia también es un apoyo que se lleva en las
consultas psicológicas basadas en el humanismo.
Ana Giorgana