martes, 12 de julio de 2016

Reflexiones sobre la Sociedad Adictiva

Desde hace tiempo he venido reflexionando sobre las conductas adictivas que se muestran, o mejor dicho, que mostramos los seres humanos en un mundo como el de hoy.Resultado de imagen para sociedades educativas
Y, he encontrado un artículo que me ha esclarecido algunas de estas dudas y pensamientos acerca de ello. Este escrito se denomina Sociedades Adictivas.
Un fenómeno que está siendo observado por todos nosotros. Las adicciones se dan en todos los ordenes de nuestra vida diaria. La adicción se refiere a un comportamiento: apegado, aficionado, inclinado a. 
La adicción no solo se refiere al abuso de sustancias sino que engloba una serie de comportamientos obsesivos y compulsivos en referencia a algo o alguien, del cual no puede prescindir.
Todo comportamiento adictivo está en relación directa con una necesidad. Dichas necesidades no son necesariamente apremiantes, por lo tanto, generan ansiedad, irritabilidad y un apego necesario a tal comportamiento.
En el artículo Sociedades Adictivas, el autor refiere que se trata de una personalidad insaciable que logra cubrir un vacío mediante sustancias, cuando este es el caso.
En mi opinión se trata de una voracidad, una sensación de no poder controlar la vida misma. Nada es suficiente y nada sacia la necesidad. Por tanto, se requiere más.
El problema de las adicciones es multicausal existen infinidad de factores que influyen en este tipo de comportamientos. Factores personales, hereditarios, psicológicos, ambientales y sociales.
Existen en la vida de las personas circunstancias en las que su adicción se incrementa o se inicia por diversos factores. Algunas personas toleran grandes niveles de estrés gracias a las drogas. Al mismo tiempo, la adolescencia parece ser una etapa de la vida susceptible en el inicio de las adicciones, principalmente, en las de consumo de substancias.
Pero la sociedad adictiva, la sociedad moderna, muestra comportamientos compulsivos en diferentes áreas:
-         Ejercicio.
-         Comida.
-         Compras
-         Juego
-         Relaciones tormentosas.
-         Sustancias.
-         Redes sociales.
-         Celular.
-         Internet, etcétera.
Pareciera ser, que nadie se escapa de este consumismo galopante en todas las áreas de la vida humana.
La sociedad consumista, los medios de comunicación, las farmacéuticas y todo tipo de productos están a la mano para nuestro consumo y vivir bajo la ilusión de no tener pena, dolor, ansiedad y tristeza.
Esta búsqueda del equilibrio y la felicidad instantánea. Sentirse bien es lo único importante aunque con el tiempo toda adicción pasa sus facturas.
Los estudiosos del comportamiento no sabemos bien a bien cuáles serán las consecuencias de esta forma de vivir en una sociedad adictiva. Pero es evidente que las personalidades cada día carecen de fortaleza, tolerancia a la frustración, enfoque y metas que se sostengan en el tiempo.
En este mismo artículo sobre Sociedades Adictivas el autor magistralmente explica la Teoría del Apego de Bowlby  y da la referencia de las teorías analíticas de Sigmund Freud un valor importante.
Es decir, todo comportamiento del adulto es necesario que se comprenda desde la esfera de los impactos emocionales desde su más tierna infancia.
Una adicción es considerada un apego. Una inclinación excesiva hacia algo o alguien. Según las diversas teorías al respecto existen diversos tipos de apego, uno de ellos es el ansioso y el otro, es el seguro.
Por tanto, en estas sociedades ansiosas y con tendencia a las adicciones, observamos un tipo de apego ansioso, insaciable.
La ciencia médica también cuenta con una gran responsabilidad en este tipo de situaciones, ya que las farmacéuticas representan un poder económico relevante en el consumo de sus productos.
En la consulta observamos que la gran mayoría de las personas no ha podido consolidar una fase de apego y de seguridad emocional en su infancia. No conoce la tranquilidad del vínculo, la sensación de seguridad, y desde mi punto de vista, ahí es donde las adicciones se insertan con fuerza, tomando en cuenta el negocio del consumo. “La falacia del bienestar”
Cada individuo es diferente, cada padre y estilo de crianza son distintos y conforman un estilo propio en cada individuo.  No se trata de “satanizar” las condiciones de la infancia. Cada familia se organiza como mejor puede en el momento de formar a sus hijos.
En realidad cada individuo construye su propia forma de vida de acuerdo a los diferentes factores que componen su existencia desde muy pequeños.
Es innegable que las condiciones de la vida social se han modificado. Ahora las familias son más pequeñas, los hijos están bajo una aguda supervisión por los adultos, además, de que el mundo se ha tornado riesgoso. La dependencia se incrementa en aras de la seguridad. El apego se vuelve aún más ansioso desde este punto de vista.
Al mismo tiempo, mi observación se centra en que la sociedad en la que habitamos está gobernada principalmente por el factor económico, y este no tiene ética, no cuenta con principios. Así la adicción se ha convertido en un gran negocio para muchos. 
Por ello, es preocupante ver y darnos cuenta como cada día nuestros niños y adolescentes se embarcan en todo este tipo de comportamientos, sobretodo, destructivos sin una supervisión o control por los adultos.
Todos estamos involucrados y todos somos responsables.
Las sociedades adictivas también alientan el abuso, la corrupción y el negocio de la experiencia humana.
Mi misión es la calidad de vida emocional.
Ana Giorgana
A mí puedes contactarme a través de nuestra página de cecreto o de nuestro formulario para terapia en línea.