sábado, 27 de agosto de 2011

Las Ciudades del Pánico...



Inicio Puebla
Ana Giorgana
Calidad de vida emocional
En su libro "Ville panique " publicado en el 2004, Paul Virilio sostiene la tesis acerca de cómo las ciudades se están convirtiendo en lugares de pánico. Todo lo que tenga que ver, según este autor, con el Ministerio de Guerra, es decir el Ejército, está siendo cada vez menos formalizado y se encuentra en prácticas que él denomina en “desuso”.

Desde su visión, la guerra que antes estaba delimitada a territorios y actores, ahora se ha abierto paso entre las ciudades y afecta directamente a quienes viven en ella, se dirige contra blancos vulnerables e indefensos como es la sociedad civil.

jueves, 25 de agosto de 2011

Qué es vivir la vida...


Inicio Puebla
Ana Giorgana
Calidad de vida emocional



Cada día en la consulta, en los cursos que imparto y en los mails que me escriben, generalmente escucho la misma tónica en la forma de afrontar los problemas que cada una de las personas tiene.

¿Cómo debo vivir mi vida?  En el fondo las personas están deseosas de querer saber cómo llevar una vida más satisfactoria, con una mejor calidad de vida emocional, quieren encontrar el secreto de aquello que no las deja vivir una existencia en la que se sientan plenos y satisfechos.

Analizando un poco más y buscando por aquí y por allá, encontré una cita del filósofo Séneca que vivió alrededor del año  2 A.C., la cual dice: “La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy”.

Y en este sentido, parece que algunas personas consideran que la vida está afuera, que necesitan buscar cuál es su sentido y significado fuera de sí mismas. Pero la vida es lo que les está sucediendo en ese momento presente. El filósofo habla de que la espera, la esperanza el mal de una gran cantidad de personas.

Consideran que mañana estarán mejor. Qué cuando se casen o tengan novios, entonces eso sí será vida. Tal vez, cuando tengan hijos o en el momento en que terminen una carrera. Posponiendo siempre el hoy.

Y esta espera o esperanza, además, es altamente depositada en otras personas. Así por ejemplo, una persona considera que cuando su esposo cambie, ella entonces sí vivirá feliz para siempre. O cuando los hijos crezcan se liberará de las responsabilidades, y entonces, podrá hacer todo lo que quiera y cómo quiera.

Depositar el bienestar personal en otra persona es conocido en la psicología como dependencia emocional, también como un beneficio psicológico al ser consideradas como víctimas de las circunstancias. La codependencia es otra forma de vivir esta situación en la que se está más ocupado del otro que de uno mismo.

Parece ser una constante querer encontrar a la vida, vida. La vida es lo ocurre todo el tiempo en la presencia, la vida está depositada en el presente y solo ahí. Es decir, ¿qué es la vida? Lo que sientes, lo que piensas, lo que disfrutas, lo que sufres, los éxitos y los fracasos en el momento del día de hoy.

No mañana, mañana será otro día de vida. Pero el día siguiente traerá lo suyo propio. Tanto vivir en el pasado como vivir en el futuro son dos alternativas que distraen de vivir la vida tal y como es ahora.

Probablemente estamos enojados o molestos, agraviados por una situación de ayer. Pero le damos vueltas y vueltas tratando de corregir algo que ya se fue, que ya no está en el ahora. También estamos preocupados por el futuro. Las fantasías catastróficas acerca del futuro son muy comunes en estas sociedades. Y se expresa con prisas, preocupaciones, estrés. Y sobre todo, cuando existe alguna premura en la existencia:
Y sí no me alcanza para las colegiaturas, y sí la enfermedad que tengo es incurable, y sí fulano me es infiel mejor lo acoso en el presente para que eso no suceda. Y así, la vida de hoy, se va en miedos y temores, angustias, desolaciones. De igual manera quedarse en las dolencias del ayer es muy dañino, genera depresión, violencia, enojo, tristeza y anhelo.

Vivir la vida desde mi punto de vista es enfrentarla con todo lo que tiene el día a día. Resolver los problemas de hoy en el hoy. Disfrutar a la pareja en el hoy. Hacer el mejor trabajo hoy. Y dar lo mejor de uno mismo en este instante que es el único que se puede vivir.

Cómo saber entonces cómo estoy viviendo la vida?

En dónde está tu atención estás tú. Es decir, si la atención está centrada en la carencia, entonces tienes sentimientos de pobreza y pensamientos catastróficos. Sí estás todo el tiempo pensando y la atención está depositada en esa relación que hace ya tiempo terminó, estás en el pasado añorando una relación que solo existe en ti pero ya no en el momento de tu vida. Lo mismo cuando estás muy atento en ver hacia adelante. Estás tan ocupado por lo que viene que dejas de disfrutar lo que estás realizando para lograrlo.

La atención y capitalizar la experiencia solo es posible en este momento de la existencia. En los sentimientos y pensamientos que tienes acerca de ti, tus valores, tus creencias, tus reflexiones y toda tu historia personal se encuentra aquí y ahora.

La demora, postergar, dejar lo que se puede hacer y vivir hoy, es una manera cómo dice el filósofo, de perder la vida, esperar a que mañana suceda lo mejor es realizar una existencia para otro día.

La gran mayoría de las personas posterga su bienestar. Algunas no quieren enfrentar ese problema, ese conflicto y lo dejan pasar, hasta que un día estalla y su solución se vuelve caótica y complicada. Tal vez, más dolorosa. Otras prefieren minimizar, no es tan grave, mañana lo hago, mejor después. Y así van dejando de lado, incluso metas que ellos mismos se habían fijado.

Por ello viven sus vidas sin lucimiento. Haciendo cada día lo mínimo indispensable para irla llevando en sus condiciones. Olvidan que la vida es una experiencia individual y que solo ellos son responsables de llevarla a un mejor puerto.

La indolencia, la flojera, el miedo, el terror al fracaso los deja paralizados de tal manera, que no logran tomar conciencia, acerca de que su vida es la que se está yendo día a día en una gran insatisfacción.

Afortunadamente hoy en día existen especialistas que ayudan y facilitan procesos de crecimiento para que las personas de acuerdo a sus sentires puedan convertir su vida en una existencia menos desgarrada.

Claro que esos procesos de crecimiento no son un camino fácil. Obligan a pensar, a sentir, a comprometerse con uno mismo y también a ser más responsables de la vida que llevan. A ejercer el poder de libertad interna frente a las propias necesidades y las ajenas.

Para poder vivir la vida uno tiene que sentirse primero vivo. Entender que existen opciones de ver la existencia de una manera distinta. Y eso, se inicia cuando somos capaces de luchar por la vida que queremos.

No existe una manera de vivir la vida. Existen tantas como habitantes en este planeta. Pero lo primero qué necesitamos plantearnos es: ¿Qué quiero de mi vida?

Cuáles son los pasos que tengo dar para lograrlo. Y abocarse al hecho de lograrlo. En ese momento de decisión y compromiso. Todo cambia, las relaciones, la forma de ver la vida, la autoestima, la manera como los demás nos tratan. Conocemos gente diferente, es decir, nos abrimos al flujo de la vida.

También nos volvemos más aceptantes. Dejamos de querer que los demás cambien. Modificamos las expectativas. Sabemos que el cambio es solo una motivación interna, de lo contrario, los demás no lo harán. Comprendemos que cada uno está en dónde quiere estar y nadie los obliga.

Vivir la vida es vivir la vida no dejar que la vida pase a través de nosotros y eso solo es posible cuando reflexionamos acerca de nosotros mismos. No es que esperemos demasiado de la vida, es que le damos muy poco.

Y todas las formas de manejar la vida son aceptables. Ninguna es mejor que otra. Todas son un resultado de acciones y compromisos personales. Nada nos pasa por casualidad. Hacemos todo lo posible para que nos sucedan situaciones agradables, y otras no tanto. Pero somos nosotros los que las propiciamos. Para hacer modificaciones en nuestro entrono, tenemos que empezar por nosotros mismos.

Y usted?

Cómo quiere vivir su vida ?
Tal vez, valga la pena una buena reflexión porque sí, vida solo hay una.
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional y su impacto en lo social.