martes, 17 de enero de 2012

El amor de un padre...

En el momento en el que nos sentamos a reflexionar sobre la importancia de la figura del padre en nuestras vidas, ésta se hace más intensa, más profunda y más sentida. Sobre todo, cuando ya no está a nuestro lado, existe por supuesto, en el corazón, en el sentimiento y en la enseñanza.

Algunos contamos con la fortuna de haber gozado de un amor sin límites, que no dije, sin avatares. Un amor sentido y esperado por un padre. Su protección en todo momento, también sus arrebatos en otro, pero siempre ahí, presente, sin juzgar, sin cuestionar, solo ahí, tratando de estar con todo lo que la guía de un padre puede hacer. Estar y solo estar, junto, cerca, inquiriendo, aconsejando y también poniendo límites claros y en ocasiones hasta autoritarios de acuerdo a su forma y manera de ver el mundo.

Esta figura paterna llena de valores, de entrega y de responsabilidad marca la vida de las personas de una manera consustancial a la existencia. Un padre ausente y distante, lejano y no reconocido también la marca.
Pero todos tenemos un padre, y sean las condiciones de nuestra existencia, tenemos que reconocerlo y darle un lugar en nuestra vida, en nuestros génes, en nuestra historia.

¡Nos guste o no!

Somos parte de su historia, de su linaje, de su estirpe y estamos expuestos a su presencia ancestral.

No se trata de querer o no, no se trata de un acto de voluntad solo de saber que estamos en este mundo porque somos parte de su historia y cuando no lo reconocemos caemos en un abismo de tristeza, frialdad y sin sentido.

Reconocer al padre es estar dispuestos a vivir una vida en plenitud

En mi caso particular, me siento muy complacida de ser parte de su historia, de su sangre y de su sabiduría, solo sus pasos han guiado los míos.

Toda vida bien sustentada está cifrada en el reconocimiento de nuestros orígenes.
Nadie puede ser o no ser sin el reconocimiento y la honra a su propia existencia.

Bert Hellinger lo ha reconocido en su forma particular de comprender la existencia humana y familiar en su terapia sistémica, las constelaciones familiares: http://cecreto.com/articulos/detalles_articulos/47