Las adicciones son un problema multifactorial que en los
últimos años está expandiéndose de una manera
considerable, principalmente, en los jóvenes.
Se dice que una familia se encuentra afectada por la
adicción de alguno de sus miembros, cuando el consumo de
la persona afecta la vida de la familia y la perturba tanto en
su manera de funcionar como en las pautas de
comportamiento.
Una familia está afectada por la adicción, cuando:
2.- La irresponsabilidad del adicto frente a sus compromisos
sociales, educativos y financieros hacia la familia.
3.- Negación del problema adictivo.
4.- Control sobre los comportamientos adictivos de la persona.
5.- La adicción se convierte en el centro de vida de la familia.
Los patrones y dinámicas familiares se tornan
codependientes como se conoce dentro de los círculos de
las personas que estudian este comportamiento.
La codependencia se refiere:
Un patrón recurrente de preocupación, angustia y control
sobre la conducta de la persona consumidora. Este tipo de
comportamiento, lejos de favorecer la recuperación,
incrementa el comportamiento de consumo.
Un gran dolor se experimenta en estas familias porque se
sienten incapaces de solucionar la problemática por sí
solos.
Se inicia con la supervisión, control, regaños, conflictos ante
la negativa del otro por cambiar su vida. La vida se torna
incontrolable para la gran mayoría de la vida familiar.
Cuando se tiene un adicto en casa, se altera el
funcionamiento, la vida cotidiana, las finanzas, el tiempo y la
preocupación y los conflictos. Las familias requieren de un
tratamiento especializado para la recuperación. Es
importante que todos y cada uno de los miembros de la
familia busquen ayuda profesional.
Pautas de Inicio para la Recuperación:
1.- Dejar de controlar la conducta de la persona que tiene una adicción.
2.- Buscar ayuda profesional.
3.- Evaluar el problema desde el punto de vista de la
solución no desde la parte afectiva.
4.- Asistir a grupos de autoayuda.
5.- Informarse, conocer la problemática de las adicciones.
6.- Dejar de culparse y buscar alternativas viables que
resuelvan el problema.
7.- Buscar asesoramiento para un mejor manejo de la
situación.
8.- Estar dispuesto a cambiar.
El primer paso es reconocer el problema.
El segundo es tomar acciones para encontrar vías de
recuperación.
El tercer paso es tomar el control sobre uno mismo
encaminado a la recuperación familiar.
El cuarto paso es "darte cuenta", que aunque tú no
consumes requieres ayuda.
Ana Giorgana
Especialista en Terapia de Pareja
Y Prevención Familiar y Social