sábado, 18 de junio de 2011

La cultura del miedo y de la inseguridad...

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Calidad de vida emocional

Ana Giorgana


Los seres humanos estamos siendo guiados de acuerdo a necesidades que requieren de satisfacción. Cuando una necesidad no es posible realizarla queda una sensación de frustración, enojo y conflicto.
Las necesidades de los seres humanos cuentan con una jerarquía como bien lo apunta Abraham Maslow es su pirámide de satisfacciones elementales que son las condiciones mínimas para que un individuo sea capaz de lograr un equilibrio y un desarrollo lo suficientemente aceptable y logre su autorrealización.
En esta pirámide, de la que este especialista habla ya desde los años setentas del siglo pasado. Hace un énfasis especial en la jerarquía de las mismas y de cómo la carencia en una de ellas, va creando vacíos en el resto de ellas. La satisfacción de ellas no es lineal sino dinámica, se encuentran en interacción y vaivenes todos los días.
En un sencillo esquema plantea que las primeras necesidades que tenemos que resolver son las de seguridad: casa, vestido y sustento. En segundo lugar se encuentran las necesidades psicológicas y afectivas de seguridad emocional y apego y apreciación. En tercer lugar las sociales, integración a grupos, aceptación, contar con medios para el trabajo los estudios, de agrupación y de formar y ser parte de un grupo. En cuarto lugar las de estima, con ello, quiere decir, que las personas sienten competencia por sí mismas y pueden formar parte de una comunidad a través que saben y se tienen por valerosas tanto de sí mismas como del medio que las rodea. Y por último, se encuentran las de autorrealización, trascendencia y servicio.
De acuerdo a este esquema estaríamos en un proceso de satisfacción de necesidades que van de:


                         Autorrelaización


                        Supervivencia



Para que este proceso sea adecuado a todos los seres humanos se requiere un medio ambiente seguro que le permita transitar desde sus niveles de supervivencia hasta la propia realización personal, individual y de grupo. No importa cuál sea la elección que cada uno elija.
¿Por qué me refiero a ello, y titulo la cultura del miedo y la inseguridad?
En primera instancia porque las sociedades modernas no parecen ser al menos en su mayoría un lugar abrigado y amigable para desarrollarse en todos los sentidos. Las grandes urbes se han vuelto inseguras y las personas tenemos que estar muy alertas para no ser timados, robados o por lo menos guardar nuestras precauciones.
También encontramos que no solo el clima social, también el ecológico, los alimentos, la economía, el narcotráfico, el vandalismo y sobre todo la ignorancia, la incultura y la barbarie se agolpan como ráfagas en la que todos y cada uno estamos con el miedo, la inseguridad y el despojo.
El mundo circundante se ha vuelto poco fiable. Sin ánimos de querer ser fatalistas, pero para los jóvenes ni las escuelas son ya un lugar seguro. El bullying, las drogas, el alcohol, la violencia. En el trabajo, la competencia, la mediocridad y en los negocios la conducta del más ventajoso.
Los anteriores son solo algunos ejemplos de análisis. Las Instituciones se tambalean porque los hombres que las gobiernan consideran que su percepción es la de sus ciudadanos, pero eso, no es así.
La cultura del miedo y de la inseguridad no genera condiciones que permitan a sus individuos satisfacer sus necesidades de una manera certera y previsible. El ambiente en todos sus puntos de actuar se ha vuelto incierto. Y sin embargo, los seres humanos no pueden escapar a dichas satisfacciones le son inherentes a su persona.
Al no lograr poder dotar a sus individuos de una seguridad mínima indispensable, como por ejemplo, salir a la calle y estar seguro en mi aldea, cómo pueden esos hombres, mujeres, jóvenes y niños proveerse de lo que les corresponde para vivir una vida plena.
En estos medios borrosos, inseguros, miedosos, con unos medios de comunicación invasivos que privilegian este tipo de sentimientos y actitudes. La falta y las fallas en la regulación de los medios electrónicos, de los cuáles es imposible prescindir en días como los de hoy.
Sin embargo, todos estamos expuestos y todos formamos parte de esta gran aldea global que nos pega en la parte individual y de las familias tanto para poder satisfacer nuestras necesidades o no. Resolverlas en exceso en una “idea consumista” de la felicidad.
Es por ello que el Estrés y las adicciones son una respuesta frente a esta cultura miedosa, insegura, dudosa e incluso peligrosa. Pero lo más lamentable que el miedo y la inseguridad son  frente a otro ser humano o grupos de ellos. Aquellos que se sienten poderosos  a través de la violencia, de la venta de productos saben que de antemano son dañinos, pero que deja grandes dividendos. Mediante despojar a los que si trabajan de sus bienes, de sus negocios. Esos que trafican armas, personas, órganos con tal de contar con sus reservas de poder, de economía y de fuerza.
¿Cómo entonces, poder lograr llegar a la autorrealización personal y pasar de la supervivencia a una vida digna si estas organizaciones criminales manejan el medio ambiente en el que nos desenvolvemos?
¿Cómo lograr movernos como sociedad hacia una mejor calidad de vida si las Instituciones y los gobernantes no garantizan el mínimo de seguridad a la ciudadanía, que por cierto es lo que les corresponde?
Así con la cultura del miedo y de la inseguridad. Y sin embargo, no creo al final que todo sea tan grave, tenemos que volvernos más fuertes, más creativos, más alertas y más atentos frente a la necesidades que nos toca cubrir y las de los nuestros.
Por ello, considero que es necesario organizarnos y vernos como una sociedad más participativa y solidaria con el vecino, con el hermano, con el amigo y entablar lazos de convivencia que nos ayuden a protegernos dentro de nuestro mundo de acción.
La preocupación sola nos lleva a enfermarnos si no logramos esta satisfacción de nuestras verdaderas necesidades, pero también es cierto que tenemos que ocuparnos de lo que nos corresponde.
Lo mejor es no engancharse con esa cultura del miedo y de la inseguridad, porque el mundo también ofrece una gran cantidad de posibilidades. Y es una necesidad crearnos las nuestras de la mejor manera.
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional y su impacto en la vida social.