jueves, 13 de octubre de 2011

Un día sin Black Berry...


Configuran nuestros días y nos sentimos con sentimientos de alta frustración por no poder usar lo que se ha convertido ya en nuestro cotidiano y en nuestro diario vivir...
Periodismo de Calidad
Ana Giorgana
www.cecreto.com

Nadie atinaba a saber a ciencia cierta qué pasaba con su aparato de comunicación.
Pero todos sufrimos los estragos de este inconveniente.
Caras molestas. Rostros indignados. Incluso estrés y todo porque la vía de enlace con otras personas sufrió desperfectos.
Los usuarios del mundo que se vieron afectados solo tenían ojos para su balck berry, eso también sucede cuando funciona perfectamente.
Las redes sociales se inundaron con mensajes de no sirve mi BB.

Pero finalmente esto nos muestra como el famoso aparato hace honor a su nombre.
Todos encadenados a un sistema del cuál ya no pueden prescindir.
Atados, encadenados, dependientes y además hasta con dolor de cabeza por todos los trastornos.
Y no es para menos.
Infinidad de oficinas utilizan este vía de comunicación.
Padres e hijos se hablan por este medio.
Los novios y las parejas se sentían sin poder estar cerca de sus amores.
Las personas cuentan que se sentían aisladas del mundo.
Y cómo no!
Este tipo de necesidades te alejan de los cercanos y te acercan de los lejanos.
Estar sin comunicación es como vivir en el fin del mundo.
Nadie sabe de nosotros.
No sabemos de nadie.
El tiempo se consumió en ver y si el sistema ya estaba en operación.
Un día sin Black Berry nos muestra como es nuestra forma de vida.
De qué manera estamos sujetos a aparatos que definen nuestras vidas.
Y si usted tiene Black Berry, cómo le fue con esta experiencia que además está globalizada.
El mundo entero de los usuarios sufrió este trastorno.
Es un evento para pensar como estamos sujetos a los medios de comunicación instantánea que nos han modificado los hábitos de vida y de tener presencia en el mundo.

Pero todos sufrimos los estragos Ususarios molestos.