jueves, 19 de enero de 2012

El gran negocio humano...

Me parece realmente digno de mención en lo que se ha convertido nuestra sociedad actual. El gran negocio se hace y se realiza a la luz de la experiencia humana.
El narcotráfico, la violencia y los escándalos se muestran a la orden del día en nuestras vidas. Así, los seres humanos, su experiencia y sus vidas se están convirtiendo ante nuestros ojos en un verdadero negocio.
Algunos ejemplos al respecto nos lo muestran. Las bandas de narcotraficantes que se debaten territorios, poder y una economía rampante que deja grandes dividendos. La ley del “lo puedo todo”. Y por supuesto que lo pueden todo, nadie puede tener un poder mayor, y mucho menos en lo individual. Aquí el meollo del asunto es el atropello de mis intereses como grupo frente a la sociedad.
Asesinatos, matanzas, bestialidades se observan y se viven en muchas regiones de nuestro país.
Hemos perdido, como nación y como individuos, la seguridad, elemento esencial para llevar una vida productiva, integrada y satisfactoria. La cultura del miedo se está instaurando en las mentes y realidades de un sinfín de personas.
Pero el gran negocio de hoy es el de la vida humana. Trata de blancas, pornografía, abuso a menores, pasar a indocumentados, tráfico de órganos, desaparición de menores y todo por poco o muchos pesos, dólares o euros.
¿Qué clase de sociedades estamos construyendo?
Siempre existe un necesitado que se involucra en estas redes, cae y vende lo más sagrado, su existencia. Quizá por necesidad, tal vez, por desesperación de no poder insertarse en trabajos dignamente remunerados.
Probablemente porque no hay opciones, un hijo enfermo, una madre sin posibilidades de existir, un marido agresivo y sin futuro. Los factores sociales pueden ser infinitos. Y por supuesto, que no se trata de buscar culpables. El gobierno, las mafias, la necesidad económica y la explosión demográfica.
El tráfico frente a la experiencia humana se ha convertido en un gran negocio. Necesitas un hijo: " yo te lo consigo por una lana". Quieres dinero, yo te lo consigo si te prostituyes. Te hacen falta donadores de órganos, yo te los doy por a cambio de dinero. Quieres volverte rico de una vez por todas, invierte tu dinero en un bar, ahí las bebidas son adulteradas, por el precio de una botella te llevas el 400% o más, y todo se permite.
Por qué las autoridades no fijan un precio a las bebidas, a los alcoholes y quizá a las drogas que se venden en esos lugares. Por qué se extorsiona y condiciona a los asistentes a tener que consumir una, dos, tres botellas para tener una mesa. No, nadie legisla ese comportamiento rapaz y feroz. Todos somos cómplices. Nosotros por permitir que nuestros hijos acudan a esos lugares y los dueños de los lugares porque abusan de su condición para imponer sus condiciones a la diversión.
Por otra parte, los inmigrantes viven en su día a día condiciones de sadismo inenarrables. Pero necesitan el dinero. Así que para otros es un gran negocio, además de ganar una buena cantidad todavía se dan el lujo de un trato indecente y despiadado para quienes los alimentan.
No cabe duda, el tráfico humano es un gran negocio y deja dividendos millonarios.
En días pasados leía una nota publicada en El Universal acerca de un libro que está por salir sobre el pasado oscuro de la Letizia, esposa del príncipe Felipe. Por supuesto que independientemente de que sea realidad o no, es un libro que vende, el tema es publicitario. Y por supuesto, supongo, que no se trata de informar sino de escandalizar a una sociedad como la española, orgullosa de su realeza. Pero ese, no es el tema. La situación es vender, ganar dinero con el argumento y que exista una gran cantidad de consumidores sobre el tema.
La experiencia de Letizia, sea cierta o no, atañe justamente a lo que planteo en este artículo, el gran negocio humano. No puse atención ni al escritor ni al editor, mi indignación fue mayúscula. Queda claro es un evento publicitario para ganar dinero fácil. Además de que de antemano, se curan en salud “es probable que el libro sea censurado”. O sea, una mayor expectación sobre el escrito. En otros momentos, se trataba de la vida de Lady Di. Y así terminó sus días.
Me parece por demás insistir, la vida y la experiencia humana son un gran negocio.
¿Hacia dónde vamos? ¿Qué queremos?
Necesitamos participar y denunciar lo que no queremos en nuestras vidas como sociedad, como familia y como personas.
Esa es mi opinión. No podemos mantener una vida pasiva observando cómo las atrocidades suceden a otros seres humanos. Hoy son ellos, pero mañana pueda ser cualquiera. Dejemos de hacer de la crueldad y el escándalo un gran negocio para ellos y para nosotros como consumidores. ¡Ya basta!
Gracias por leerme, mi misión es la calidad de vida emocional.
Ana Giorgana
cecreto52@gmail.com